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El futuro del cuidado de adultos mayores

El futuro del cuidado de adultos mayores

Simposio ofrecido por el Dr. José Ricardo Jauregui, Director de We Care, en el  XVII Congreso Argentino de Gerontología y Geriatría – SAGG 2020, el 3 de diciembre.  

El cuidado de adultos mayores es una problemática que trasciende a las familias que la afrontan: impactan social y económicamente en toda la sociedad. Ante el cambio demográfico, y el crecimiento de las personas de edad, se necesita desarrollar nuevos modelos de prevención y atención.  

En la actualidad, más de un adulto sobre 10 se ocupa de cuidar a una persona en situación de fragilidad o dependencia, siendo más de dos tercios mujeres mayores de 50 años.   La persona cuidadora, a su vez, tiene una probabilidad mayor (50%) que el resto de la población de ver alterada su carrera profesional (abandono, reducción de jornada) y su riesgo de sufrir una enfermedad mental es un 20% mayor. 

En vista que las personas mayores de 80 años en el mundo pasarán de representar el 4% de la población en 2010, al 10% en 2050, se están desarrollando servicios que se adapten a lo que desean las personas que los van a recibir, ofreciendo oportunidades para alcanzar un final de la vida lleno de “sentido” y bienestar. 

Nuevos modelos de prevención y atención

Housing

En base a los deseos de las personas de permanecer viviendo en su casa y en su entorno para garantizarse mantener  el  control sobre sus propias vidas y la toma de decisiones en el acontecer cotidiano.  Para ello, se deben desarrollar distintas estrategias:

  1. El perfeccionamiento de la atención domiciliaria (socio sanitaria cuando sea preciso)
  2. El desarrollo de servicios de proximidad
  3. Los apoyos a la familia y allegados
  4. Actualizaciones en la vivienda para mejorar la accesibilidad
  5. Y la utilización de servicios de apoyo y de las tecnologías domóticas, la tele asistencia avanzada y actuaciones  para evitar situaciones de aislamiento y mejorar la inclusión en el entorno

Housing es un concepto que abarca definiciones sobre cinco elementos básicos:  los principios, el diseño, el modelo de calidad de vida y la evaluación personalizada.

Vivienda asistida, comunidades de retiro, son algunas de las denominaciones para  referirse a los distintos tipos de intervenciones y de viviendas que, bajo el paraguas housing, han sido diseñados para personas mayores frágiles o en situación de dependencia.

En base a este concepto, el gobierno de Gran Bretaña ha elaborado propuestas ambiciosas, para lograr “viviendas y entornos para toda la vida”, interrelacionando progresivamente en el futuro la vivienda, la salud y la asistencia.

En Suecia, el modelo es Gruppboende, viviendas en grupo. que se componen de un máximo de 10 a 12 departamentos de 30m cada uno,  se distribuyen alrededor de unas estancias comunes para la convivencia en las que se ubica una cocina comunicada con la sala de estar y una terraza y/o jardín de uso común. Las personas que lo integran colaboran en las actividades domésticas como actividad terapéutica.

Alemania, Holanda o Francia también están experimentando una evolución hacia modelos de viviendas normalizadas en las que viven pequeños grupos de personas, sobre todo para quienes presentan deterioros cognitivos o demencia. Son los denominados “Small Scale Living Units” en Holanda, o los “Cantou” franceses.

Residencias para adultos mayores

 A la luz de las nuevas tendencias, las residencias para adultos mayores deben incorporar nuevas características, entre ellas:

Individualidad: que los trabajadores sepan su historia y sus gustos.

Libertad: flexibilidad horaria para levantarse o acostarse, para las comidas, para salir y entrar.

Sociabilidad: ubicación cercana a su domicilio de origen para mantener vínculos sociales, y amplitud de horarios para recibir visitas.  Además, que el personal pueda dedicarles tiempo para charlar, pasear.

Actividades:  físicas, culturales, hobbies, de entretenimiento.