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La importancia de la vida social, ahora en espacios abiertos

La vida social, según lo demuestran diversas investigaciones, aporta beneficios al bienestar personal en mayor medida que otros factores – el género, la edad, la escolaridad, la salud, el vivir en compañía o la autonomía.

La vida social se basa en las relaciones que se establecen con familiares, vecinos, amigos, compañeros de trabajo y otras personas con las que uno se siente vinculado, de alguna manera. Cubre necesidades básicas del ser humano: el estar incluido, sentirse seguro, sentirse querido. Según la OMS, la vida social es fundamental, ya que permite la integración y la pertenencia a un grupo, generada por “la autoconciencia de ser socialmente aceptado a partir de la experiencia de sentirse incluidos en la corriente de la vida”.

La restricción de la vida social tiene consecuencias en diferentes esferas del ser humano. El no participar en reuniones, afecta el estado emocional y anímico, y provoca sensación de soledad. Dicho sentimiento, por su parte, aumenta otros factores de riesgo – el sedentarismo o la enfermedad cardiovascular. Implica, además, la reducción o supresión de la actividad física, y por ello insomnio o problemas del sueño. También el aumento del deterioro cognitivo por dejar de hacer actividades que lo estimulaban.

En We Care, Residencia de Lujo para Personas Mayores, se organizan diferentes talleres y encuentros para facilitar la sociabilidad. Asimismo, entretienen y proponen aprendizajes. Algunas de ellas se realizan en espacios abiertos – el gran patio jardín, la terraza – que además permite disminuir el estrés y mejorar el estado de ánimo.

La Lic. Florencia Chiarello, piscóloga gerontóloga del equipo multidisciplinario de We Care, informa que los residentes “están especialmente interesados en las diferentes expresiones del arte, la cultura, las experiencias culinarias o el turismo”, agrega. Ver en: https://www.wecare.com.ar/actividades/

Es por ello que las promover la sociabilidad de los adultos mayores, tanto en espacios cerrados como abiertos, cuando el clima lo permite, es una manera de favorecer su calidad de vida y su salud, tanto la emocional como la física.