
17 Jun ¿Por qué trabajar con adultos mayores?
Trabajar con adultos mayores es un desafío enriquecedor para quienes nos dedicamos a cuidarlos. Algunos de los profesionales que trabajan en We Care no comenzaron en el mundo de los adultos mayores, sino que en un punto de sus carreras tuvieron la oportunidad de hacer el cambio, adquirieron experiencia y eventualmente se unieron a la familia de We Care. Este es el caso de nuestra Directora de Gestión Institucional, Ana Zukerman, quien antes trabajó en educación enfocada en niños y adolescentes hasta que tuvo la propuesta de trabajar con adultos mayores, hace doce años. Ana nos quiso contar cómo y por qué hizo este cambio.
El cambio de puesto de trabajo
Ana empezó: “Hace muchos años que trabajo con adultos mayores. Me encanta, me apasiona, es un mundo en donde fui aprendiendo y descubriendo. Trabajé muchos años en en una fundación y hace un tiempo me propusieron ser parte de este equipo, un equipo de grandes profesionales y una propuesta diferente. Durante muchos años trabajé con niños, jóvenes y adolescentes en educación formal, después pasé a educación no formal hasta que llegó esta propuesta de trabajar con adultos mayores, hace más de doce años.”
“Mi zona de confort era el mundo de educación en niños y adolescentes, y cuando me encontré con el mundo de los adultos, se presentó como un mundo nuevo y desconocido con muchos desafíos. Muchas veces lo que pasa es que, cuando empezamos a conocerlos, vemos todo lo que ellos tienen para darnos. Los adultos mayores llegan a los noventa años o a los ochenta años con todo el saber y en realidad los que tenemos que aprender somos nosotros de ellos.”
Continuó explicando: “Da mucha vida, mucho saber que ellos nos compartan y es cuando uno los cambia de lugar. Esta cosa de que envejecen y se ponen mal, porque sienten que ‘ya está’, y uno los puede acompañar y ayudar a visualizar que es al revés, que está bueno. La realidad es que ellos entran a un vínculo de confianza en el que te empiezan a contar sus historias.”
La presencia de adultos mayores
Nuestra Directora de Gestión Institucional compartió su experiencia personal: “Hace muchos años, trabajando con adultos mayores, me encontré con un señor, Julio, que relacionaba mi apellido con un amigo de él. Me pide que me siente a tomar un café y me pregunta si mi papá se llama Leonardo. Yo le digo que sí y es ahí cuando se entera que mi papá no está más.
“Él me cuenta que era de la Paternal, igual que mi papá. Me pregunta que si conozco a Gregorio, Gregorio era mi abuelo. Resulta que este señor Julio llevó a mi papá por primera vez a la cancha de Argentina Juniors, y nos conocimos muchos años más tarde en un café. Como las historias de la vida, que nos cuentan cómo los vínculos se entrelazan.”
Con respecto a la convivencia com personas mayores, contó: “Yo viví con mi abuela diecisiete años y nos llevábamos mal. Yo sentía que no me entendía, yo era una adolescente rebelde, siempre lo fui. El día que mi abuela no estuvo más, me empezaron a aparecer como unas cuestiones y yo creo que después me pasó algo similar con mi mamá. Y por eso me parece que en algún punto estoy acá porque tengo que estar.”
La vocación en el cuidado de adultos mayores
“Creo que no cualquier persona puede trabajar con adultos mayores. Tenés que tener un sentimiento, una pasión, poder entenderlos y escucharlos. Me parece que no cualquier humano puede escuchar a una persona mayor. Tienen una manera de contarte las cosas, de decirte las cosas, y a veces nosotros los más jóvenes sentimos que nos repiten o nos vuelven a contar lo mismo y está bueno entender por qué. El por qué te vuelven a contar lo mismo, el poder entender que si te enojás no los ayudas, que cuando te cuentan es porque lo necesitan.”
Nuestra Directora de Gestión Institucional afirma: “Para trabajar con adultos mayores tenés que tener una sensibilidad especial. Tenés que confiar en ellos, tenés que creer en lo que te cuentan, tenés que quererlos, tenés que tener capacidad de comprensión, capacidad de escucha, capacidad de tolerancia. Los adultos mayores, a diferencia de los niños o de los jóvenes, tienen una manera de agradecerte lo que vos les das. El adulto mayor, cuando te dice ‘gracias’, o te pone la mano porque no te lo puede decir verbalmente, es un sentimiento que no se puede transmitir, es emocionante.”
Concluyó diciendo: “Los adultos mayores hablan con la mirada y hay que aprender con eso qué te quieren decir. Sonreírles es transmitirles lo que vos sentís por ellos al cuidarlos. We Care tiene esto de base: cuidarlos, contenerlos, escucharlos, abrazarlos. Nuestro desafío es qué les damos a esa persona para que se sienta lo más protegido y en casa posible. Sentarse cuando estás con ellos, acompañarlos en una comida o en una merienda, darles los ‘buenos días’, o presentarles a tu familia, presentarles a tus hijos. Mi hijo, donde yo trabajaba antes, durante muchos años fue conmigo. Quería mostrarle desde chico que él supiera lo que es un adulto mayor y un mundo que generalmente se esconde.”
Así como Ana, todos nuestros profesionales han encontrado una pasión en esta área, y se han especializado para poder otorgar el mejor servicio a nuestros residentes. En We Care, creemos que la calidad humana es una de las claves para un buen servicio, así como la genuina pasión por ayudar a esta parte de la población que puede encontrarse vulnerable muchas veces. Esta es la razón por la que trabajamos con adultos mayores.