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Visitas en Residencias de adultos mayores

Visitas en Residencias de adultos mayores

El 12 de Octubre pasado entró en vigencia en la ciudad autónoma de Buenos Aires el protocolo para realizar visitas en residencias para adultos mayores -IF-2020- 24560251-GCABA-SSPSGER. En dicho documento, previa autorización de autoridad competente de los lugares destinados a las visitas, se permite realizarlas de manera cuidada.

 

Las primeras experiencias han sido realmente satisfactorias, descomprimiendo una situación emocional intra-familiar que realmente estaba muy tensa ya con casi 200 días de cuarentena social obligatoria en nuestro país. En Argentina tenemos el fantasma de lo que sucedió en las residencias de larga estadía de países europeos, en donde muchos recibieron la instrucción de dar morfina a los mayores con síntomas compatibles de COVID-19 moderado o grave debido al colapso absoluto del sistema hospitalario.

 

En Argentina, hasta ahora, esto no está sucediendo aunque el sistema está ocupando sus plazas progresivamente. Hubo protocolos tempranos que las residencias acataron, y, salvo ciertos incendios mediáticos, la situación no puede compararse con lo que se vivió en Europa, donde ahora se decide cómo manejar las visitas en forma cuidada, tener residencias o espacios exclusivos para personas que sobrevivieron a la infección y tener o no actividades según la región, las características de las instituciones, etc.

 

La OMS solicitó definir medidas para mantener el distanciamiento físico en espacios domésticos y sociales. Esto significa mayor o menor lejanía entre las personas, que puede medirse en metros. Es diferente a “distanciamiento social”, que implica que una persona esté aislada, de otras o de la sociedad. Hasta que se logre la vacunación o la “inmunidad del rebaño”, debemos definir medidas de prevención, para que los adultos mayores puedan evitar el contagio, sin poner en riesgo su salud psíquica y emocional, que, necesariamente, afectará su salud física. Debemos empezar a discutir y definir, visitas cuidadas, áreas o residencias para externados por Covid, distribución interna de las habitaciones (panalización) o tipos de residentes según sus problemas de salud (separar por cohortes según tipo de residentes, autoválidos o dependientes), protocolos de derivación e ingresos, qué hacer con aquellos que son autónomos y tienen derecho a decidir qué quieren hacer, la responsabilidad de cuidar a todos en estos casos, etc. Esto es mandatario para una “nueva normalidad” post pandemia y empezar también a des-medicalizar las residencias, que debido a la pandemia debieron adoptar prácticas que no son para lo cual fueron diseñadas.

El objetivo de las residencias es social.